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29 de agosto de 2013

Capitulo II Como cantar en misa tema 1

TEMA 1

Para que no se te olvide

En esta parte se va a tratar lo que implica el desarrollo de la Misa, par que tú tengas una visión mas clara
acerca de los momentos donde vas a participar y que te corresponde, así como también sepas distinguir y
llamar por su nombre a esos momentos que va celebrando.
Esquema general de un acto litúrgico
Todos los actos litúrgicos constan de cuatro partes fundamentales:

a) Ritos iniciales
b) Liturgia de la palabra
c) Liturgia propia del sacramento (en este caso liturgia de la Eucaristía)
d) Ritos conclusivos
Todos tienen momentos de inicio, una bienvenida, un saludo, digámoslo así.
Todos tienen o deben incluir la proclamación de la palabra de Dios, porque siempre el anuncio de lo que Dios
ha hecho con nosotros procede del sacramento.
Todos estos actos de culto litúrgico también van a tener su propia liturgia…es decir, sus propias formas,
momentos, palabras y actitudes para celebrarlos. Por ejemplo, el rito del matrimonio o el rito del bautismo no
se llevan a cabo de la misma manera. Cada uno tiene su propio ritual.
Por último, todos estos actos tienen su forma especial de concluir, de continuarse en la vida diaria.
Con este esquema en la mente y con muchas ganas de aprender algo nuevo, vamos a entrar de lleno en el
acto de culto que nos ocupa:

La Santa Misa

Los ritos iniciales de la Misa:
Finalidad:

• Congregar a la asamblea
• Propiciar la unidad de hermanos
Contenido:
• Canto de entrada
• Saludo al altar
• Saludo a la asamblea
• Rito penitencial
• Kyrie, Eleison o Señor, ten piedad
• Himno de Gloria
• Oración de colecta

La música en los ritos iniciales de la Misa

1. El canto de entrada

La búsqueda de Dios a través de la Iglesia
El amor de Dios, que nos eligió y nos convoca
Un aspecto de la salvación según el tiempo litúrgico
¿Qué es el canto de entrada?
Para iniciar algún acontecimiento hay que hacerlo bien. No se puede hacer una presentación floja de aquel
momento que se va a vivir y es de suma importancia.
En la Misa, el momento de la celebración es nuestra fe en darle gloria al Padre y santificarnos en la comunidad.
Cada uno de los participantes en esta celebración formamos parte y representamos a la Iglesia de Cristo, que
camina y peregrina hacia la casa del Padre con entusiasmo y gozo.
El canto de entrada es pues es muy importante, ya que es el que da inicio a la celebración de la Misa. Debe
suscitar la fe de la comunidad, congregarla y unirla. Se dice que es un canto funcional, pues debe cumplir esta
función.
Con este canto se inicia la primera parte de la Celebración eucarística. Comienzan los ritos iniciales de la
celebración.
¿Quién canta el canto de entrada?
Aunque exista un grupo de músicos y cantantes que se han preparado y participarán en la celebración, el canto
de entrada es un canto que debe entonar toda la asamblea reunida. Es un canto del pueblo. Es un canto de
todos, pues todos vamos caminando juntos. Por eso se recomienda que todos los asistentes lo sepan para que
todos lo canten. Por lo menos, la parte de lo que llamamos coro.
La labor correcta de los músicos en este momento será lograr que toda la asamblea entone el canto de
entrada. Si lo logran, estarán haciendo lo que deben hacer.
¿Cómo se canta el canto de entrada?
Ya hemos dicho que este canto da principio a algo maravilloso y solemne. Es un canto que acompaña a la
Iglesia hacia la casa del Padre. Es un canto que acompaña la procesión de inicio, por lo tanto debemos
entonarlo con alegría, con júbilo, con entusiasmo, porque así lo requiere el momento litúrgico.
No es lógico cantar Vayamos jubilosos con tal desgano e incongruencia que mas bien nuestro canto da a
entender otra cosa…O bien cantar ¡Que alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor! Sin esa alegría
que requiere el caminar.
Como ves, es preciso ser congruentes con lo que cantamos.
¿Cómo puedo elegir el canto de entrada?
Para hacer una correcta selección del canto de entrada es necesario que pongas en práctica las siguientes
recomendaciones que te damos hoy y observes con cuidado que un canto de entrada manifiesta:
a) La búsqueda de Dios a través de la Iglesia.
b) El amor de Dios, que nos eligió y nos convoca.
c) Un aspecto de la salvación según el tiempo litúrgico.

Recomendaciones:

1. De la colección de obras musicales que hasta hoy empleas como cantos de entrada, selecciona los que
tienen un carácter procesional y sepáralos. Es decir, selecciona los que hablan de caminar, peregrinar,
subir, andar juntos como Iglesia, en unidad, que hablan de ir hacia la casa del Padre, de llegar al altar,
de ponerse en marcha, de avanzar, de levantarse y continuar.


2. Revisa la forma en que lo cantas hasta hoy, es decir tus arreglos musicales y corales. Considera si tiene
ese toquecito de entusiasmo, energía y júbilo para animar esta procesión.

3. Muy importante: pregúntate si todos estos cantos ya los conoce tu comunidad, si los están cantando o
no todos los asistentes. Al tener respuesta a esta pregunta, que debes contestar con toda
responsabilidad y honestidad, te darás cuenta como anda tu labor y desempeño como músico de Misa.

4. Toma en cuenta que durante los tiempos más importantes del año litúrgico: Adviento, Navidad,
Cuaresma, Pascua, es preferible que la mayor parte de los cantos usados en la entrada sea de una
naturaleza propia del tiempo.

2. Señor, ten piedad

“Señorío de Cristo, misericordia y alabanza”
Kyrie, eleision es una antigua forma en que pedimos al Hijo, nuestro Señor (Kyrie), quien conoce nuestra
condición humana, que se apiade de nosotros (eleison).
La letanía corta del Señor, ten piedad fue tradicionalmente una oración de alabanza a Cristo resucitado.
Ha sido resucitado y hecho Señor, por lo que le pedimos que muestre su amorosa bondad.
La liturgia latina conservó esta fórmula en la lengua griega para subrayar el sentido oriental de
“Hemoxológenisis”, es decir, la confesión y proclamación del señorío de Cristo resucitado sobre la humanidad y
su historia. Por eso en esta aclamación no es trinitaria, sino cristológica, dirigida a Cristo Jesús implorando su
misericordia.
No hacen falta muchas palabras. El Señor conoce nuestras necesidades. Él vendrá en nuestro auxilio.
La finalidad de estos cantos es hacer que los fieles reunidos constituyan una comunidad y se dispongan a oír
como conviene la Palabra de Dios.
¿Cómo se canta el Señor, ten piedad?
El Señor, ten piedad puede recitarse, pero cuando se canta debes observar estas directrices que nos ayudarán,
como músicos, a realizar mejor nuestra función.

Recomendaciones:

1. El texto deber ser una letanía corta. Hemos de cantar solamente el texto Señor, ten piedad. El
de nosotros ya no tiene caso decirlo, pues si lo decimos estamos repitiendo algo que ya
dijimos.
Si estamos pidiendo al Señor que tenga piedad, esto ya se supone que es para todos nosotros
para quien la pedimos.
Existen varias formas de cantarlo que incluyen el de nosotros. Puedes continuar cantándolos,
no hay mucho problema, pero tú puedes componer melodías bellas y sencillas en donde esto ya
quede excluido, con arreglo musical o coral breve y simple, a fin de no dar una importancia
indebida a este momento. Por supuesto que no debe por ello dejar de ser bello y dulce.

2. Señor, ten piedad, es un canto que debemos animar a que la asamblea reunida lo cante, que
responda y aclame, que viva y goce.

3. Hay que procurar que aunque sea un canto breve y aparentemente simple, no se deje de
cantar por lo menos en las celebraciones dominicales y en todas las festividades.

4. No debes alterar la “letra oficial” del Señor, ten piedad, en este momento canta únicamente la
letanía corta que ya conoces. No cantes: Hoy te vengo a decir mis palabras de perdón…etcétera.
Aparte de que no es oficial, que ya está mala, este “cantito” es una ¡parodia! y quedamos en
que no se vale.

3. El Himno de gloria
¡Alabanza!
¿Qué es el himno de gloria?
El gloria es un himno antiquísimo que data aproximadamente del siglo ll después de Cristo.
Es una hermosa doxología o alabanza a Dios, fruto poético de las comunidades cristianas primitivas, cuya
fuente es la Biblia. El Gloria nos invita a glorificar a Dios Padre y a Cristo Cordero de Dios. Es una invocación
trinitaria de la antigüedad. Es la forma en la cual la Iglesia, reunida en el Espíritu Santo, alaba al padre y
suplica a Hijo, Cordero y mediador.
¿Has caído en la cuenta que este hermoso himno que dice: Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los
hombres que ama el Señor nos permite hacer nuestros en la santa Misa, estos dos grandes anhelos: dar gloria
a Dios y pedir la paz para los hombres? Esa paz que es termómetro y signo de la presencia de Dios en el
corazón.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias ¡Es todo un
programa de vida decir esto! En él está comprendido lo que el cristiano debe hacer de su vida. Para eso
nacimos y para eso vivimos: para adorarlo y glorificarlo. Para darle gracias por tanto amor.
¿El himno de Gloria se canta o se recita?
Este himno de alabanza, alegre y festivo, queda muy desdibujado en la mayoría de las celebraciones, sobre
todo porque al no cantarse pierde buena parte de su sentido.
Como himno laudativo, el Gloria debe ser cantado y debe ser cantado por toda la asamblea preferentemente.
Sin embargo también el himno puede ser entonado por el presidente de la celebración, el director del coro o un
grupo de cantantes. Puede ser una oportunidad para que el coro cante solo en ocasiones festivas, aunque lo
ideal sería cantarlo todos juntos, todo el texto o bien alternando la asamblea con le grupo de cantantes.
Si no se puede cantar, será necesario encontrar las maneras más idóneas para que no sea leído de una manera
simple, recitado sin gracia. Un buen declamador u orador que tenga buena entonación, pronunciación y
puntuación es mejor que lo haga él solo o alternando con la comunidad.
¿En el año litúrgico siempre se canta el Gloria?
No. Hay dos tiempos del año litúrgico en los que se suprime el Gloria: en Cuaresma y Adviento no se canta ni
se debe recitar, a menos que se trate de una solemnidad, como por ejemplo: el 12 de diciembre, que cae en
tiempo de Adviento pero que es una gran celebración para todos los mexicanos y latinoamericanos. Ahí hay
que cantar el gloria con mucho fervor y júbilo. Lo mismo en Navidad y la Vigilia Pascual, la noche santa de la
resurrección.
Como músicos debemos procurar por todos los medios que este himno adquiera el relieve y la solemnidad
suficientes.
¿Cómo se canta el Gloria?
Existen graves errores que cometemos y hemos cometido por mucho tiempo al cantar el himno de Gloria.
Hemos creído que con el solo hecho de que un texto musical incluya en alguno de sus versos la palabra
“gloria”, ya con eso es suficiente para hacer de aquél un canto propio para ese momento litúrgico. Esto no es
así.
Hay un canto muy popular que está mal cantarlo aquí y que dice:
Gloria, Gloria, Aleluya (3)
En el nombre del Señor.
Cristo dijo que quien llora su consuelo encontrará,
quien es pobre o quien es rico será libre y tendrá paz.
Rompe pronto tus cadenas, eres libre de verdad.
Empieza a caminar.

Bueno, pues este es un canto popular de origen y nacionalidad norteamericanos, que no tiene nada que ver
con el texto oficial de la liturgia para el Gloria y tampoco tiene que ver con la música latinoamericana.
Así el Gloria de la Misa salvadoreña, el Gloria de la Misa campesina nicaragüense, de la Misa juvenil “alianza y
pueblo”, el de la Misa campesina de la Sierra, y otros tantos mas que existen y son de algún modo productos
de importación que alguien “introdujo” al país y nos hizo creer que bien los podríamos cantar como Glorias
oficiales en las Misas. Pero no es así.

Aquí se presentan tres pistas prácticas muy sencillas para que cantes o compongas un Gloria:

1. Revisa el texto de tu Gloria. Comprueba que la letra del mismo sea el texto oficial litúrgico, es decir, el
mismo que te sabes de memoria y recitas en ocasiones. Si no lo es…¡deséchalo! Y mejor componle una
melodía a tan hermoso texto. (¡No vayas a hacer parodias, por favor!)

2. Observa que el arreglo musical sea alegre y festivo, para que puede ser cantado como himno de
alabanza.

3. Procura que ese arreglo sea sencillo y bello para que la asamblea cante contigo y con tu grupo. Si es
una ocasión especial y quieren cantarlo solamente ustedes, el grupo de músicos y cantantes, cuida que
sea bello y solemne.
Liturgia de la Palabra
Finalidad:
La proclamación de la Palabra de Dios.
Recibir la Palabra de Dios que se proclama.
Responder esa palabra.
Contenidos: Ocho elementos constituyen esta parte:
Primera Lectura
Salmo Responsorial
Segunda Lectura
Aclamación antes del Evangelio (Aleluya)
Proclamación del Santo Evangelio
Homilía
Profesión de fe (Credo)
Oración universal
La música en la Liturgia de la Palabra
Nota aclaratoria muy importante:
El salmo responsorial no lo vamos a “tocar” aquí, porque no le toca a los “chicos del coro” acapararlo, ni
mucho menos al que dice que tiene mejor voz, sino que ese ministerio es todo un ministerio aparte del
ministerio de la música.

El salmista es otro ministro con un oficio distinto al que tú tienes como parte del coro.

1. El Aleluya
El núcleo de la palabra
¿Cómo se canta el Aleluya?
Dentro de la clasificación de cantos en la liturgia, este canto está considerado dentro del grupo de las
aclamaciones.
La palabra “aleluya” tiene su origen en una expresión que significa ¡Alabad a Yahvé!
El Aleluya es la alegría que se canta a sí misma porque no tiene palabras para expresarse. Se asemeja a ciertas
formas de júbilo que hay en todos los pueblos, como un milagro de alegría, de poder estar contentos.
El Aleluya indica, en Misa, que hay que prepararnos a escuchar a Cristo en el santo Evangelio.

¿De dónde se obtienen estas frases?
Las frases que son cantadas en la parte intermedia del Aleluya son de la Sagrada Escritura y se encuentran en
el libro llamado Leccionario, el cual propone los versos especiales para cada domingo ordinario y también una
colección de versos comunes que se pueden utilizar en cualquier domingo del mismo tiempo litúrgico o en las
ferias de entre semana.
El Misal mensual y los Propios mensuales traen la frase de una manera fácil de encontrar.
¿Quién cante al Aleluya?
Toda la asamblea reunida debe cantar el Aleluya, así toda la comunidad expresa su alegría. Todos deben
participar del gozo de tener un encuentro fuerte con el Señor, que habla.
¿Cuál sería la forma ideal de cantar el Aleluya?
Con alegría y gozo, en una postura de pie y atención, con una distribución del canto de la siguiente manera:
inicia un solista o un pequeño coro cantando ¡Aleluya!, enseguida la asamblea contesta: ¡Aleluya!,
posteriormente la asamblea canta el versículo y todos repiten Aleluya para terminar.
Así sería la forma ideal de cantar el Aleluya. Es así verdaderamente otro de los cantos “interleccionales” –el otro
canto interleccional es el salmo responsorial-.
La asamblea que antes ha escuchado, meditado y sentido, ahora clama jubilosa al Señor. Sin embargo, si no es
posible que la asamblea sepa y ensaye el verso intermedio, pues que lo cante el pequeño coro o solista.
¿Siempre se canta el Aleluya?
No. Durante el tiempo litúrgico de la cuaresma se omite la palabra “Aleluya” y un verso breve de carácter
aclaratorio lo reemplaza.
Nosotros conocemos este verso como Honor y Gloria a Ti, Señor.
Debemos tomar en cuenta también lo que la Introducción General del Misal Romano señala cuando se refiere al
Aleluya en el número 39. Dice: “si el Aleluya no se canta puede omitirse”.
Sin embargo, nosotros como músicos hemos de procurar que siempre se cante de la mejora manera posible.
El Aleluya es un canto que debemos cantar todos.
2. El Credo
Síntesis de la fe proclamada
El Credo es la profesión de fe de la Iglesia. Es una respuesta a la Palabra de Dios. Tiene un valor de tradición
que expresa la unidad de la Iglesia en la misma fe.
Los domingos y solemnidades hay que “gritar” esta fe con mucha devoción y pasión. Es nuestra fe. Es en lo
que creemos. Es los que en esencia somos, lo que nos identifica, lo que nos hace hijos, hermanos de la Iglesia.
Antes –mucho antes-, esta profesión de fe se cantaba con frecuencia…pero en nuestros días, es una posibilidad
casi nula. Razones de tiempo, de dificultad para musicalizar un texto tan largo y tan bello de una manera
sencilla, de modo que lo pudiéramos cantar todos, imposibilitan que hoy día se cante los domingos o en las
solemnidades.
Sin embargo debes saber que el Credo es lo que eres…es tu razón de ser. Si lo cantas…solo cuida que todos lo
canten, porque esta es la profesión de fe de todos. Puedes hacerlo de manera alternada por un solista y el
pueblo, o bien por dos coros. (Introducción General del Misal Romano 44.)
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Liturgia de la Eucaristía
Finalidad
Encuentro personal con Cristo
El Hombre y Dios frente a frente
Cristo se hace Sacrificio, y con Él nosotros,
al Padre por el Espíritu

Contenido
Presentación de dones
Plegaria eucarística
La plegaria tiene nueve elementos:
1. Prefacio: El Santo, Santo, Santo es el Señor.
2. Transición de la epíclesis
3. Epíclesis
4. Narración de la Institución
5. Anámnesis
6. Segunda epíclesis o invocación
7. Conmemoración de los santos
8. Intercesiones
9. Doxología de Alabanza
Ritos de Comunión
1. Padre Nuestro
2. Signo de paz
3. Cordero de Dios (Agnus Dei)
4. Signo de la fracción del pan
5. La comunión
6. Oración después de la comunión
La música en la Liturgia de la Eucaristía

1. Presentación de dones

Nos ponemos ante ti
¿Canto de ofertorio o canto de presentación de dones?
Durante mucho tiempo, quienes cantamos en Misa hemos empleado mal el lenguaje al decir: el canto de
ofertorio. Este momento litúrgico trata de la presentación de dones, no de la ofrenda del sacrificio de Cristo que
se realiza a través de la Plegaria eucarística. Hasta este momento el pan y el vino son únicamente dones que el
pueblo congregado presenta al Señor para ser ellos, más tarde, el Cuerpo y Sangre del Señor. Estamos
solamente preparando los dones, así como Cristo lo hizo.
Además del pan y del vino, tiene cabida otras posibles ofrendas. Puesto que no podemos arrancar nuestro
corazón y depositarlo sobre el altar, damos algo nuestro, como el dinero o las cosas materiales. En este
momento tu propia vida es la que entregas el Señor, tus sueños, tus anhelos, tus problemas y también tus
miserias, porque cuanto más valioso sea nuestro obsequio, más expresará nuestro amor.
¿Qué función tiene el canto de la presentación de dones?
Está colocado entre la Liturgia de la Palabra y la Plegaria eucarística. Es un momento menos intenso de la
celebración y es una especie de respiro para toda la asamblea. Es una pasusa en el camino de la celebración
que nos permite interiorizar la palabra escuchada y prepararnos fuertemente para la Plegaria Eucarística.
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¿Cómo se cante el canto de la presentación de dones?
No necesariamente este momento debe ser cantado. Existen tres posibilidades musicales que puedes tomar en
cuenta como músico para esta parte de la celebración:
a. La primera posibilidad es hacerlo todo en silencio o con música de fondo, dándole un reposo al
alma y a nuestros sentidos. Deberá cuidarse entonces que las piezas interpretadas por el
instrumento no estorben no roben esa paz que debe existir.
b. La segunda posibilidad es el canto. Aquí hay que señalar que los cantos que se elijan para ese
momento de la Misa los debemos revisar a conciencia en su letra y en su música. Ellos no
deben insistir en el aspecto de ofertorio, sino en el aspecto de donación o entrega, o bien, de
la alegría por sabernos hermanos reunidos en torno de Cristo o también pueden ser cantos que
prolonguen el contenido entregado por Dios en la palabra o el que se está viviendo en
determinado momento litúrgico. Se recomienda que sus arreglos musicales sean suaves y
bellos para que ayuden a destacar el momento de reposo del que ya hablábamos. Este canto
puede ser interpretado únicamente por el coro, con lo que adquiere el mismo sentido que la
música de fondo, o puede ser cantado por toda la asamblea, lo cual no se debería hacer muy a
menudo, ya que la obliga a estar activa, cuando aquí la asamblea debe tener ese momento de
reposo que ya comentamos.
c. La tercera posibilidad es recitar en voz alta las plegarias de presentación de dones y que el
pueblo conteste lo que le toque responder en ese momento: “bendito seas por siempre,
Señor”. Ello evidentemente no se debe hacer cuando haya música de fondo y mucho menos si
se esta cantando.
Cualquier posibilidad que tú elijas para ese momento, recuerda que no debe alargase más allá del tiempo que
se tiene destinado para ello.
2. Santo, santo, santo es el Señor
Núcleo de los motivos de alabanza y gratitud
¿Qué es el Sanctus?
El Santo, es una expresión de reconocimiento hacia la grandeza y la santidad de Dios. Es una aclamación que
une esta Iglesia terrestre a la Iglesia celeste.
Es el canto mas antiguo y el mas importante del repertorio de los cantos llamados “del Ordinario”.
Es una oración compuesta en una parte por las palabras que le profeta Isaías oyó cantar a los serafines y la
otra parte procede de la alabanza con la multitud aclamó a Jesús el entrar en Jerusalén.
Es un modo de darle la bienvenida a Cristo, el cual está a punto de venir sobre el altar tan pronto el sacerdote
pronuncie las palabras de la consagración.
¿Quién canta el Santo?
Es un canto que le pertenece al sacerdote y al pueblo, es un canto que pertenece a toda la asamblea
congregada.
El coro y los músicos también somos pueblo. Es en este canto donde todos nos unimos al coro de los ángeles y
los arcángeles para aclamar y alabar a Dios por sus bondades.
La función que debes tener como músico litúrgico en este momento es la de animar a la asamblea a que cante
y la de respetar íntegramente el texto “oficial” del Santo cuando se trate de elegir uno ya compuesto o tú vayas
a componer alguna melodía para esta hermosa letra.
Si hay algún otro canto que debamos respetar completamente, ése es el Santo, Santo, Santo es el Señor.
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¿Cómo se canta el Santo?
Como el Santo es una aclamación al Señor, debe ser entonado con entusiasmo, con alegría, con energía.
Recuerda que es tu ser dándole alabanza a Dios. Al mismo tiempo no pierdas de vista que es un canto celestial
que deber ser acompañado musicalmente por una melodía bella, que invite a cantar desde lo más profundo del
alma en esta oración. Es un canto que debemos darle una estructura sencilla, fácil de aprender y repetir por la
asamblea.
3. Anámnesis o aclamación conmemorativa
Salvación por Cristo
Es el momento en que decimos: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! o
Cada vez que comemos de este pan y comemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que
vuelvas, o bien, Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor.
Estas respuestas aclaratorias son las oficiales y son propiamente conmemoración del sufrimiento y la
glorificación del Señor, con una expresión de fe en su venida.
La variedad de cantar en estos textos y en la música es deseable.
4. El Amén solemne
El verdadero ofertorio
El sacerdote eleva la Víctima preciosa, que es Cristo, y pronuncia las palabras: Por Cristo, con Él y en él, a ti,
Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda Gloria por los siglos de los siglos;
entonces los fieles dan su asentamiento y hacen suyas estas palabras contestando vigorosamente: Amén.
Ahora si que hay una “Víctima” que ofrecer al Padre. Cristo es elevado al Padre, como ofrenda viva una vez
más. ¡Éste es el verdadero ofertorio!… la divina Ofrenda que una vez mas se entrega por la salvación de todos
los hombres.
Por esto, hay que cantar el Amén vigorosamente, porque es el signo que se agradece, se asiente, se acepta y
se reconoce en ese Cuerpo y en esa Sangre elevadas, al único Salvador.
Hay que cantarlo siempre. Es lo deseable ya que, litúrgicamente hablando, es lo correcto.
5. El Padrenuestro
Conciencia de ser hijos y hermanos
¿Qué es el Padrenuestro?
Es uno de los más grandes tesoros de la Iglesia. ¡Es la misma oración que Cristo nos enseñó!
Es ni más ni menos, Palabra de Dios. Es la oración por excelencia con la que nos manifestamos como hijos del
Padre y hermanos de Jesucristo. Pedimos perdón por nuestros pecados y el pan de cada día. Nos
comprometemos con el amor con el amor al hermano y declaramos nuestra fe.
Con el Padrenuestro en la Misa, comienza nuestra preparación inmediata en el Banquete Pascual, comienza el
rito de la comunión.
¿Siempre se canta el Padrenuestro?
No, no siempre debe cantarse, también está permitido recitarlo.
Se puede cantar únicamente en las celebraciones dominicales o en las solemnidades.
¿Quién canta el Padrenuestro?
Es un canto de la Asamblea. Le pertenece al pueblo. Debe ser entonado por todas las personas congregadas.
Es un momento que no acepta exclusividades, adornos corales complicados, y tampoco acepta cambios en el
texto original. No podemos alterar la letra porque el autor de la letra no es otro sino Cristo.
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¿Cómo se canta el Padrenuestro?
Se canto con alma, con todo el pueblo, en unidad y con toda la energía positiva, con toda la fe.
Procura que la comunidad conozca perfectamente la melodía y ensaya previamente con ella tus arreglos
corales.
6. Doxología del Padrenuestro
Estas palabras de alabanza: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la Gloria por siempre, Señor, son cantadas por
todos, especialmente cuando se canta el Padrenuestro. También aquí el coro puede realzar la aclamación con
armonía. Esto quiere decir: sin cambiar la letra…¡cántalas! Por lo menos en las solemnidades.
7. El Cordero de Dios o Agnus Dei
¿Qué es el canto del Cordero de Dios?
Es un canto sacrificial que da sentido al gesto de Jesús, que partió el pan diciendo: Tomas y Comed…Bebed
todos de él… y que lo acompaña la fracción del pan.
El mismo Cristo se parte para todos en este momento de la celebración de la Eucaristía y nosotros le pedimos
una vez más que venga a nuestro corazón, que tenga piedad de nuestra debilidad y que nos conceda su paz.
¿Por qué este canto se le llama también Agnus Dei?
Porque Agnus Dei en latín significa Cordero de Dios. El evangelio de Juan y el Apocalipsis llaman así a Jesús.
¿Quién canta el Cordero de Dios?
El Cordero de Dios no es necesariamente del pueblo y por lo tanto puede ser cantado solamente por el coro o
el solista, aunque se sugiere que el pueblo cante las respuestas Ten piedad y Danos la Paz.
¿Cómo se canta el Agnus Dei?
El Canto tiene dos partes: una que llamaremos la invocación, es decir, donde cantamos Cordero de Dios que
quitas el pecado del mundo y la otra que llamaremos la respuesta, es decir, ten piedad de nosotros y danos la
paz. Se llama respuesta porque como, como ya dijimos, es la parte cantada donde responde el pueblo u otra
parte del coro.
Recuerda que no es el momento para lucimiento coral, sino de acompañar el momento litúrgico que se está
viviendo, aunque cante el coro solamente.
Recomendaciones para cantar el Cordero de Dios:
1. Nunca de los nuncas vayas a sustituir este canto por el de los llamados “Cantos de paz”, ya que de
ningún modo puede sustituir este tipo de cantos al del Cordero de Dios.
2. Comienza a cantar este canto en el momento en que el sacerdote toma el pan para partirlo.
Exactamente ahí debe cantarse.
3. No tengas miedo al silencio que puede acompañar el signo de “dar la paz”. En este momento de la paz
no es necesario decir palabras, basta sólo con apretar las manos o darnos un abrazo y es mejor no
cantar nada. Si hay que decir algo se dirá: La paz del Señor esté contigo y se contesta: Y con tu
espíritu.
4. No alteres el texto litúrgico cuando trates de componer una melodía. Procura también que tu arreglo
musical y coral sea sencillo.
8. El canto de la Comunión
Misterio de Cristo y comunión fraternal
Identificación con el Cristo del Evangelio del día
Los frutos de una vida en Cristo
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¿Qué es el canto de comunión?
Es el segundo de los cantos llamados procesionales que existe en la Liturgia de la Eucaristía. Es un canto que
expresa el gozo que sentimos todos por la unidad en el Cuerpo de Cristo, y manifiesta la realización del misterio
que se está celebrando.
¿Qué cantos se pueden elegir para este momento de la celebración?
En general, durante los tiempos más importantes del año litúrgico: Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua de
Resurrección, es preferible que la mayor parte de los cantos usados en este momento sean de una naturaleza
propia del tiempo litúrgico que se celebra.
Es decir por ejemplo, en Adviento, puedes entonar cantos que resalten el sentido de espera, que hablen de que
el Señor está cerca y pronto nacerá, de que hay que preparar el corazón para que sea hoy un pesebre. En
Pascua de Resurrección tus cantos manifestarán el gozo de la nueva vida que nos fue alcanzada por el sacrificio
de Cristo, de que Él está vivo y venció la muerte. Tú puedes ir haciendo la elección de tus cantos si pones
atención a la letra del mismo y al tiempo o momento litúrgico que se trate.
Para el resto del año (tiempo ordinario) pueden usarse cantos que no choquen con el carácter pascual de cada
domingo.
¿Quién canta el canto de comunión?
Es un canto en que el pueblo debe participar entonando aunque sea la parte que llamamos “coro”, ya que con
ello también se manifiesta muy claramente esa unidad de la que hablábamos anteriormente.
¿En qué momento debe iniciar el canto de comunión?
Muchos músicos piensan que debe estar cantándose un canto de comunión desde que el sacerdote comienza a
repartir las hostias consagradas y debe continuar cantándose hasta que el sacerdote termina, purifica, se sienta
a terminar de escuchar el concierto.
Esto no es así. El canto empieza cuando el sacerdote comienza a comulgar y se debe terminar cuando los fieles
terminan de comulgar.
Esto tiene la siguiente explicación: hay un momento después de la comunión que es importantísimo que lo
vivan todos los presentes en la celebración, incluyendo las personas del coro y a los músicos, se llama silencio
sagrado. Es un momento de paz interior que se manifiesta con el silencio exterior y nos ayuda a comunicarnos
íntimamente con el precioso y divino huésped que ha llegado.
Además, cuando están por comulgar los últimos fieles de la fila, se presenta la mejor oportunidad para que el
propio músico también comulgue y participe del Banquete, sin quedarse fuera de la celebración plena.
¿La música instrumental puede usarse para este momento?
El canto de comunión debe ser cantado. La música instrumental puede usarse para acompañar el momento del
silencio sagrado de una forma armónica y de un volumen bajo, muy suave, de modo que no interrumpa a los
fieles y mucho menos que les estorbe, solamente acompaña el momento.
Los ritos conclusivos de la Misa
Finalidad
Envío misionero
Compromiso liberador
Contenido
Avisos a la comunidad
Saludo y bendición
Despedida
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El canto de salida
Un canto fraternal puede darle a este final un tono más amable y agradable. Es preciso que el pueblo que ha
participado en la celebración salga a la calle con un compromiso, con una esperanza, con la sensación de haber
crecido en fraternidad y con la decisión de dar testimonio en medio del mundo.
El canto de salida no forma parte de la liturgia, nunca ha sido parte oficial del rito. Es un canto de los que se
llama Ad limitum, es decir, los músicos están en libertad de planificar y escoger la música que propicie la
terminación adecuada a la Misa.
Aquí puedes lucir a tu coro, tus composiciones, tu arreglo vocal e instrumental o bien únicamente hacer uso de
los instrumentos para este momento. Aquí es donde caben los cantos de evangelización que te gustan, que
aprendiste en algún encuentro y quisieras interpretar. Aquí, en un ambiente de alegría y fraternidad canta para
animar la fe de tus hermanos.
Sólo toma en cuenta en tu elección del canto, que no sea uno de esos que, aunque hablan muy bonito del
amor y otros valores, no fueron compuestos para el Señor.

1 comentario:

  1. gracias Hermano les mando unos cantos en cuanto pueda y tenga buena conexion Avivemos la Fe

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