20 de agosto de 2013

Capitulo I Como Cantar en Misa Tema 4

Preguntas y errores más frecuentes

        1.   ¿Dónde se coloca el coro en la Misa?

Aclaremos que el lugar propio del grupo que va cantar en la Misa es el “coro”. Si no hay “coro” pues este grupo
de chicos musicales puede colocarse adelante, a la derecha o izquierda del altar pero ¡fuera del presbiterio!, en
un lugar discreto pero visible.
El presbiterio no es lugar del coro ni del maestro organista o de cualquier voluntario cantante. Su lugar será:

¡donde ayude a la participación de la comunidad!

        2.   ¿Qué es el presbiterio?

Es el lugar de los presbíteros y alguno que otro ministro “especial” como el caso del diácono y los acólitos.
En el presbiterio están colocados el altar, el ambón, la sede y la credencia principalmente. Este lugar lo
debemos respetar y no invadir. A el debemos llegar con todo el amor y la solemnidad necesarias…no podemos
llenarlo de sillas para que las ocupe el grupo de cantantes y mucho menos de equipo técnico. Es un lugar
sagrado.
Este esquema te puede dar una mejor idea acerca de tu ubicación delante y fuera del presbiterio.
Si tu capilla es demasiado pequeña, es preferible que cantes atrás y arriba, o bien, en las primeras bancas que
ocupa el pueblo.

        3.   ¿A qué “horas” afinamos?

Las guitarras deben estar afinadas por lo menos 15 minutos antes de la segunda llamada. Es decir, hemos de
comenzar a afinar a la primera llamada. ¿Por qué?...bueno, porque tiene su razón litúrgica. A la primera
llamada nos congregamos todos, a la segunda llamada ya estamos ensayando con el pueblo y a la tercera
iniciamos nuestra participación en paz y perfectamente concentrados.
Recuerda que tienes un deber…¡ensayar con el pueblo!

        4.   ¿El director del coro, el líder de grupo y el animador son una misma persona?

Todos aquellos que quieren acaparar ministerios no le hacen bien a la liturgia. En nuestro caso, estos tres
ministerios son distintos, y distintas personas lo deben ejercer. Tú puedes ayudar a decidir a quién colocar en
cada uno de ellos después de que leas estos perfiles:


  • Director del coro: Es el que más sabe de música o la que más sabe de música. Tiene ritmo y sabe

marcarlo y llevarlo a tiempo. Conoce lo básico del solfeo y tiene buen modo de decir las cosas. Da las
entradas y salidas a tiempo. Conoce acerca de la acústica que tiene el templo y si usa equipo electrónico
sabe ecualizar y mezclar el sonido. Acomoda al coro y dialoga con todos. Perfectamente se da cuenta
cuando alguien no está afinado y cuadrado y con toda claridad se lo hace saber…pero lo ayuda a
superarse. Tiene oído musical. Sabe hacer modular al coro la intensidad de su voz y controla el ímpetu de
los que nunca faltan, quieren hacer lucimientos personales. Trata de ser amigo de todos y cuando hace una
corrección, siempre propone una solución. Es una persona a la que el saber no la hace sentirse más que los
demás, por el contrario: lo hace más responsable con todos. De su cuenta corre que todo el coro, en Misa y
en donde canten, se escuche bien.

  • Líder de grupo: No necesariamente sabe música o conoce de ella. Este amigo o amiga generalmente

tiene dotes de liderazgo casi casi naturales. Nunca impone sus ideas o se apasiona queriendo que el grupo
las realice, sino que pide opiniones, involucra a todos, los entusiasma y los compromete. Es el que ayuda a
todos a ser mejores. Sabe a dónde va y dónde quiere que lleguen los demás. Ama en todo tiempo y es el
primero o la primera en dar testimonio de unidad y fraternidad con todos. No tiene favoritismo con nadie y
es como “la pila” de la reunión. Delega responsabilidades y a todos los hace sentirse bien. En Misa…no
dirige, no manda, no usurpa el lugar del director o la directora. Se encarga más bien de que todo, al
interior del grupo, marche cristianamente como debe de ser.

  • Animador musical: Esta persona es, quizá, la más importante en una celebración en la que participa tu

coro. Es la que anima a que el pueblo cante y se encarga de dirigir a ese monumental coro llamado
asamblea. Es una persona que conoce perfectamente los esquemas de cantos que se van a entonar y la
distribución de voces. Sabe muy bien cuando le toca cantar al pueblo y les da sus entradas y salidas con
movimientos firmes, pero discretos. Se coloca en un lugar visible para que todo el pueblo lo vea y solo
interviene cuando le corresponde. No es un exhibicionista y pone su empeño y su talento en servir de guía
al pueblo para intervenciones. Siempre va correctamente vestido pues debe dar una buena imagen. Logra
que el pueblo se sienta a gusto y quiera cantar. Es humilde y sencillo.

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